El nuevo equipo gestor del Festival Mozart de la Coruña, formado por Josè Luis Méndez Romeu (Presidente), Alberto Zedda (Asesor artistico), Victor Pablo Pérez (Asesor musical), Patrick Alfaya (Gerente) y Cristina Vázquez (Directora de producción), desarrollará en el próximo trienio (2004, 2005 y 2006) la linea iniciada por su antiguo director, Antonio Moral, con tres referencias fundamentales: Mozart, Rossini y el Barroco, y una apuesta especial por el Belcanto.
La impostación estilística para Mozart y Rossini elegirá interpretaciones basadas en un protagonismo vocal que enciende el discurso musical y lo enriquece con la libertad y la fantasía implícitas en un virtuosismo capaz de transformar en gestos teatrales adecuados las imágenes procedentes de las palabras del texto y de las situaciones dramáticas.
Las óperas barrocas se presenteran en ediciones rigurosas, aunque alejadas de la visión historicista practicada por tantos conjuntos especializados, empeñados en la busqueda de una autenticidad perdida, tal vez más útil para músicos y estudiosos de la materia que para un público acostumbrado a recibir los autores de cada época en version sonora contemporanea. Se aplicará al canto y al acompañamiento instrumental el mismo proceso de transformación y actualización que se produce en todo tipo de lenguaje musical o literario, gestual o dramatúrgico y de comunicación, verbal o informática, culta o popular.
La programación del trienio 2004-2006 ha estado pensada en función de la cita de 2006, año del doscientos cincuenta aniversario del nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart. El limitado número de representaciones que cierran la larga preparación de los espectáculos y la entidad de su financiación, no permiten a nuestro Festival competir en igualdad de condiciones para la búsqueda de los artista adecuados a ambiciosas exigencias cuando todos los teatros luchan por asegurarse los mejores especialistas de un repertorio que no cuenta con reservas ilimitadas.
Por ello, paradójicamente, en el Festival Mozart de 2006 no se representarán óperas de Mozart, sino únicamente melodramas que de algún modo tienen relación con su historia, como la monteverdiana Incoronazione di Poppea que, con su mezcla de cómico y de trágico, de profano y de sagrado, ha anticipado la vertiginosa trilogia del Mozart-Da Ponte; o como The Rake’s Progress que Strawinski ha modelado sobre la partitura de Le nozze di Figaro; o Le Comte Ory donde Rossini no se limita a recalcar las formas de su adorado Maestro, sino que realiza una operación transgresora no menos arriesgada que aquella que Mozart emprende con el Così fan tutte. Estas óperas tienen como protagonista un libertino de dimensión ética destacada como el mozartiano Don Giovanni: Nerone, el libertino premiado; Tom Rakewll, el libertino castigado; Ory el libertino burlado. Para equilibrar esta ausencia de textos musicales mozartianos en el 2006 el Festival Mozart promoverá una serie de seminarios de alto nivel centrados en la figura del libertino mas emblematico, Don Giovanni, dedicados no tanto a explorar los aspectos musicales y dramatúrgicos, ya tan investigados, sino los históricos y literarios que tienen raíces en España, su patria. Completarán el programa musical óperas con temas y personajes de Mozart, compuestas por autores anteriores y posteriores (Melani, Purcell, Gazzaniga, Pacini, Tritto, Dargominskij, Strauss..) presentadas en forma escénica o semi-escénica, y programas de conciertos donde Mozart aparecérá como transcriptor (Bach, Haendel,…) o como inspirador (Gluck, Reger, Liszt, Strauss, Sciarrino…).
De la elección de 2006 parte la programación de los festivales que lo preceden. El de 2005, titulado “Ópera y Mito”, está dedicado a obras con protagonistas que la música ha contribuido a proyectar mas allá de la historia y la mitologia como, por supuesto, el mozartiano Don Giovanni, propedéutico al rol dominante, pero virtual, que el personaje revestirá en el Festival sucesivo; la Semiramide, orgulloso testamento del Rossinismo, escrita cuando ya los cambios de gusto hacían presagiar su inactualidad; y el Idomeneo, la mas importante muestra de la vocación dramática de Mozart. El Orfeo de Sartorio, una version divertida y “burguesa” de la mitica historia, nunca representada en España, continuará la propuesta de obras maestras del barroco, y La Resurrezione, bautizada en Roma por el gran Corelli, nos hará conocer una de las páginas mas inspiradas del joven Haendel “italiano”.
Las tres operas presentadas en el Palacio en la edición de 2004 están dedicadas a “El juego del amor” y pertenecen al género giocoso: L’elisir d’amore de Donizetti trata con belcantista ligereza el siempre actual tema de la difícil relación amorosa entre una joven rica, culta y desinhibida y un joven pobre, simple y acomplejado; en La pietra del paragone el jovencísimo Rossini cambia la cara a la ópera bufa italiana transformando las máscaras esquematizadas y sin alma de sus estereotipos en personajes llenos de vida; el Mozart insólito de La finta giardiniera precede a la reforma rossiniana con una historia briosa que anticipa situaciones y personajes que encontrarán suprema dimensión en Le nozze di Figaro. En el Teatro Rosalia, bajo el lema “El amanecer del genio” se representarán tres “óperas primas” de Cavalli, Mozart y Rossini: Gli amori d’ Apollo e di Dafne, una obra maestra de pulso monteverdiano que se apoya en un espléndido libreto de Giovanni Busenello, el mismo libretista de la Poppea; Die Schuldigkeit des ersten Gebots, un “drama moral” que Mozart compuso cuando aún no había cumplido diez años; y La cambiale di matrimonio, una farsa rápida e inteligente que ya expone con infalible exactitud todas las características del arte de Rossini.
Gracias al indispensable apoyo económico añadido al politico y ideológico por el Ayuntamiento y Caixa Galicia, cada año a las óperas programadas se suman conciertos y actividades colaterales, algunas con acceso gratuito, que completan el panorama musical siguiendo recorridos relacionados con las temáticas del Festival.
Alberto Zedda